Conocerse es tomar conciencia de quién es uno, qué se siente y cómo expresa uno sus emociones. Constituye la piedra angular de la inteligencia emocional.
El niño que se conoce a sí mismo tiene la capacidad de observar por dentro y por fuera, lo que siente y lo que hace; utiliza sus preferencias para guiar la toma de decisiones y va descubriendo sus capacidades y limitaciones.
Las emociones son habitantes del corazón, igual que los pensamientos son los habitantes de la cabeza. Dar salida, expresar una emoción, es un proceso muy saludable
¡Qué importante es la educación emocional en nuestras vidas y cuánto podemos aportar a nuestros alumnos si la trabajamos en las aulas! Me encanta que tratéis este tema en el blog CON- VIVEN & CÏA. Felicidades!!!
ResponderEliminarPor cierto, en enero los niños de Infantil comienzan su taller sobre este tema. Me encanta el blog!!! Gracias.